miércoles, 1 de julio de 2015

"Yo, pecador y laico cevequiano, pido perdón".

"Yo, pecador y presbítero, pido perdón". Es la frase con la que el P. Raúl Lugo finaliza su libro "Iglesia Católica y Homosexualidad" (Cap 11. Mea culpa ante nuestros hermanos y hermanas y hermanas homosexuales). Me acordé de ella cuando pensaba en cómo abordar este tema que se ha puesto de moda en los últimos días, por las decisiones de las Suprema Corte de Justicia de México y Estados Unidos, las cuales han declarado inconstitucionales aquellas leyes que establezcan que el matrimonio es sólo entre un hombre y una mujer. Yo la parafrasearía como, "Yo, pecador y laico cevequiano, pido perdón."